viernes, 25 de enero de 2008

Dímelo ya y me largo.





-Presenta un cuadro de esquizofrenia.

-Pero debe haber un tratamiento o algo. (Aún no reaccionaba)

-Se rehúsa a querer mejorar. La última vez que vino dijo que no iba a regresar y trajo un…

Me enseñó una hoja de papel A4 bulky, recibió una llamada y me pidió que lo disculpe, que debía salir al consultorio continuo.

Leí rápido:


“Ha seguido enumerando las cosas que no existen. Le he escuchado, como me dice que escuche. Su único motivo es convencerme. Por ratos es distante y si lo veo de lado casi desaparece.
Pues bien, te contestaré con el único intento de que se muestre la equivalencia. El turno de las preguntas podría ser mío. Tenemos tiempo libre para ir de la mano con el recuerdo.
Luego del claro de mañana cada vez que El diga tu nombre será una vez menos que yo lo haya dicho”

Salí rápido del consultorio al hall y a la calle. Tomé primer taxi que apareció. No fue hasta en mi cuarto que me senté en la alfombra y comencé a escribir la misma frase muchas veces.

*

Ya había escrito esto ayer. Es sorprendente lo que hace el diazepam y el agua de azahar.
 
Peru Blogs